sábado, 28 de abril de 2012

Livid: Parábola de la bailarina que quería vivir





Por María Victoria Dentice

El duo de directores franceses Julien Maury y Alexander Bustillo encuentran el justo punto melancólico en su último film, Livid, no estrenado aún en la Argentina, para narrar una historia llena de matices y vericuetos que se presenta como una historia de fantasmas y casas encantadas y hasta de vampiros y  si bien tiene todo esto en grandes dosis, en esencia es algo mucho más grandioso.  Es ante todo, un ejercicio visual muy crudo sobre los horrores de la primera infancia y la adolescencia que cuenta la historia de Lucy, una joven enfermera, con heterocromia (tiene un ojo de cada color) algo que la vuelve de cierto modo particular y diferente a todos.  Lucy es única y lo sabe la Sra Mason, la mujer que la recluta para cuidar enfermos a domicilio y que le dice apenas la conoce: “no es una enfermedad lo de tus ojos, es que tenés dos almas”
Toda livid podría ser tomada como una parábola sobre la necesidad de hacer congeniar a esas dos almas que la conforman. No deja de respirarse una atmosfera trágica y siniestra alrededor de la joven enfermera, demasiado pura y rodeada de carteles de fotos de niños desaparecidos, que le auguran de alguna manera, su próxima desaparición, que transita una ciudad que no sabemos cuál es, pero que está delimitada por acantilados profundos y cadáveres agusanados en la arena.
Lucy va con su cuidadora a una mansión antigua donde vive Debora, una anciana que yace en coma con un respirador artificial y que se alimenta mediante un extraño suero que más que suero parece sangre. Se nos cuenta que Debora, cuando joven, fue bailarina y tenía una escuela de danzas en esa misma mansión. Esta mujer tiene escondido un tesoro dentro de la casa, un tesoro invaluable por lo que Lucy no tardará en volver con dos amigos para intentar hallarlo durante esa misma medianoche.
A partir de ese punto, todo se enrarece y parece dirigirse a un mismo lugar, que Lucy, de  la que sabemos que es huérfana y pareciera seguir teniendo contacto con su difunta madre, le de paz a esas dos almas que posee, o acaso encuentre a quien sea su otra mitad.
Lo que sigue es un festin macabro en el que los tres amigos quedan atrapados en la mansión y a merced de la anciana en coma que misteriosamente resucita, Lucy devela la siniestra historia de esta  mujer y de su hija, que fue bailarina, a la par que rememora fragmentos de su propia historia y encuentra el cadaver de la pequeña que, aún toda momificada, cuando le dan cuerda, respira y se mueve al son de la música, que pareciera todavía querer vivir. Una niña muerta que de tan parecida a ella podría ser ella misma o una hermana, esa segunda alma perdida, o un cadáver agusanado en medio de una playa desierta queriendo contar su historia.  

*hace pocos días se anunció la remake del film francés

aca va el trailer


link para ver la pelicula subtitulada en ingles online:
http://5movies.org/external?url=http://vidbox.net/file.php?fd=2e2141bb8b4101e8f467a2e06e7ddc9e
http://5movies.org/movie/livid


domingo, 25 de marzo de 2012

Mientras duermes: la maldad en pequeños movimientos























El director de la terrorífica Rec apuesta una vez más al género de la mano de un villano que podría ser cualquiera de nosotros...

Por María Victoria Dentice

El film Mientras duermes de Jaume Balaguero es una película de suspenso en la línea de Los ojos de Julia protagonizada por Luis Tosar que transcurre en su totalidad en un edificio, detalle que podría parecer menor si no fuera porque su director es el mismo de Rec 1 y 2, los films de terror que conmovieron a millones en el mundo (si es que está permitido decir que el horror puede conmover, además de poner los nervios de punta).
En una conferencia de prensa realizada en España, Balaguero explicó por qué últimamente sus películas transcurren en edificios: "Realmente es accidental, pero Rec 1 pasa en un edificio, Rec 2 vuelve a pasar en un edificio y es verdad que Mientras duermes pasa en otro. ¡Pero ocurre de forma casual, porque si me llega un guión que pasa en un edificio, lo que me atrae no es eso, sino la historia que sucede allí! En cualquier caso, ahora tendré que tener un poco de cuidado a la hora de escoger un nuevo proyecto, para que no vaya a pasar también en un edificio, ¡si no ya podremos empezar a pensar que es una obsesión! (risas)".
Lo cierto es que obsesión o no, llega Mientras duermes a una cartelera que pedía a gritos un thriller, el granito de arena que aporta, en palabras de su director, es el rol activo que juega en todo momento el espectador, voyeur y participe de las desgracias que se exhiben. Mucho tiene que ver con ellas César, el conserje del edificio donde todo transcurre, que es interpretado por Luis Tosar, de quien afirmó: "Quisimos crear un psicópata que hiciera el mal a partir de cosas muy pequeñas, es decir, no una persona sádica o violenta que tenga la costumbre de matar o de pegar, porque de hecho hasta se sentiría incómodo con la violencia. Es un personaje que recrea la maldad a partir de pequeños movimientos. Eso es algo muy real y muy entendible por los espectadores porque todo el mundo ha hecho alguna vez algo así. Él lo lleva a un extremo realmente terrible, pero sobre todo se le escapa de las manos cuando se encuentra a una víctima que es irrompible y cuya felicidad es implacable. Es un malo terrible, pero es un pequeño malo terrible, que las circunstancias van a convertir en un gran malo."
Tosar también dio a más detalles de su papel: "Yo creo que César no es un psicópata. Es un tipo que tiene un problema existencial, como pueden tener miles de personas, como puede tener toda la humanidad". Y es cierto, su personaje es malo, bien malo, tan malo que podría ser cualquiera de nosotros. He allí lo más desconcertante de todo.

http://tiempo.infonews.com/notas/maldad-pequenos-movimientos



American Horror story: una serie para ponerte los pelos de punta


Del famoso y exitoso creador de Glee llega una serie polémica sobre una familia que debe convivir a la fuerza con fantasmas propios y ajenos, reflejando que en realidad lo que más asusta es la perversidad de los vínculos humanos.

Por María Victoria Dentice

Fox estrenó la nueva serie American Horror Story, una creación de Ryan Murphy, el mismo de éxitos como Glee y Nip Tuck, que luego de sus primeros capítulos en Estados Unidos ya levantó no poca polvareda.
Es la primera vez que una serie de televisión se anima a bordear el thriller psicosexual y transgredir los límites de una manera adulta, proponiendo una historia violenta y sobrenatural, a la vez que refleja que -en definitiva- lo que realmente asusta, a fin de cuentas, es la perversidad de los vínculos humanos.
American Horror Story guarda en sí misma todos los elementos para no dejar indiferente a nadie, a partir de las vicisitudes de una familia que se muda de casa luego de que la esposa encuentra a su marido en la cama con otra. Para huir del pasado, compran una nueva casa, y desde el primer momento en que pisan la nueva morada, conviven con los fantasmas de los antiguos habitantes. El detalle es que no lo saben, ni siquiera sospechan que lo son, ya que no llevan sábanas blancas, ni dicen bu. Mención aparte para el fantasma de una vieja mucama pelirroja, que a la esposa se le presenta como una mujer vieja y al marido como una sensual chica en uniforme de trabajo y portaligas, tal y como andaba vestida allá por sus años dorados de juventud, antes de ser asesinada en la habitación donde ahora duermen los tortolitos.
A la par de los protagonistas, el espectador muy pronto descubre que en la casa, no sólo se realizaban abortos clandestinos, sino que se desmembraban los cuerpos de los niños y los conservaban en frascos. Y hay más. Dylan McDermott (ex The Practice), el principal protagonista, es un antihéroe total: es infiel, tiene una doble personalidad que se le representa como un tipo deforme, cercano al enano del Twin Peaks de David Lynch, y un lado oscuro aun más terrible que el de las presencias que acechan la casa.
Ninguno es inocente. No hay lugar para las víctimas, sólo para los victimarios. La hija adolescente se corta las muñecas a escondidas, porque sus nuevas compañeras de colegio la golpean (¿dónde quedó la ternura que Murphy nos obsequiaba en Glee, esa unión cuasi fraternal entre jóvenes inadaptados?); o su madre, que todavía no termina de reponerse de la infidelidad de su marido cuando él ya la está engañando con otra.
Una crueldad intolerable, en eso radica el principal atractivo de American Horror Story: desde la ironía imperdible de los diálogos, hasta esa mezcla fatal entre vivos y muertos que deben convivir a la fuerza en una casa con personalidad propia, pero también en la atroz paradoja de que un personaje muerto le diga a otro, vivo: "Los dueños anteriores amaban esta casa como a un niño pequeño" (refiriéndose al matrimonio que realizó más de 200 abortos clandestinos en el sótano del lugar). O bien, quizás lo que la convierte en atrapante e irresistible sean las dudas y planteos que se hace a sí mismo todo ser humano, más allá de su condición de vivo o muerto: "Me pregunto si seré capaz de amar o de ser amado de nuevo alguna vez..".

link: http://tiempo.infonews.com/notas/irresistible-combinacion-de-thriller-psicosexual-con-sobrenatural


sábado, 24 de marzo de 2012

LOS JUEGOS DEL HAMBRE: LA MUERTE TELEVISADA EN UN REALITY


Por María Victoria Dentice

En medio de la guerra y la pobreza extrema, los adultos mandan a morir a los jóvenes a un reality show para conseguir comida. La saga, basada en una trilogía literaria, busca fanáticos como los tiene Crepúsculo y Harry Potter.

No solamente de Crepúsculo y Harry Potter vive Hollywood, dos de las más multimillonarias series de películas que ya están bajando el telón (Harry Potter tuvo este año su séptima parte, pero ya se habla de un refrito desde cero con nuevos actores) mientras que a Crepúsculo la estiraron para que el año próximo haya una última película de Amanecer y doble recaudación en taquilla. Algo tienen en común estas dos sagas: están basadas en libros que fueron furor de ventas. En esa línea, llegará en marzo de 2012 a la pantalla grande una nueva saga para seguir haciendo rentable el negocio. Se trata de Los juegos del hambre, de Suzanne Collins, que ya se perfila en la Web como una más que digna sucesora de Crepúsculo. Sobre todo porque la historia de Los Juegos... tiene todo lo que a Crepúsculo le falta, especialmente una fuerte carga social, un modelo a seguir para los adolescentes por parte de su protagonista. En ella, la aún anónima, Jennifer Lawrence, interpreta a Katniss, una muchacha de 16 años que deberá sobrevivir a un torneo de muerte televisado y que, además, protagonizara un ardiente triángulo amoroso con Peeta y Gale (Josh Hutcherson y Liam Hemsworth), que, por lo que se puede ver en el trailer, se alejará de los azucarados romances crepusculianos, en pos de una historia más fuerte que se sitúa en una época en la que las sucesivas guerras dejaron a 12 distritos bajo el poder del Capitolio, que les quitó la libertad a sus habitantes, además de dejarlos sumidos en la pobreza. Sólo Katniss, quien decide tomar el lugar de su pequeña hermana en un reality organizado por el capitolio para humillar a la población, elige desafiar las normas impuestas para conseguir comida, para ello tendrá que sobrevivir a "Los juegos del hambre" y poner a prueba sus valores éticos y morales. Este será sólo el inicio de una historia inolvidable, que cosechó ya millones de fanáticos que insisten en diferenciarla de Crepúsculo en remarcar que ésta no es sólo una historia de amor, sino que el foco está puesto en Katniss, la heroína que debe defenderse a ella misma, a su familia y a su pueblo de la tiranía, no por gusto, sino por necesidad, para saciar el hambre de ella y los otros. Carlos Saez editor de Nuevo Extremo Argentina, editorial que tiene los derechos de la obra, explicó: "Es una propuesta mucho más ambiciosa que Crepúsculo a todo nivel, no hay que olvidarse que está basada en un libro que manda a morir a los jóvenes."
Además, Saez indicó: "En general, la novela maneja una visión más respetuosa del lector joven, no lo subestima, hay un mensaje detrás, Crepúsculo termina como una anécdota, son vampiros descafeinados. En cambio, en los juegos, un grupo de jóvenes pone su vida sobre la mesa porque los adultos, a su vez, los ponen en juego a ellos. Se trata de personas que mueren por una causa justa, no de vampiros que mueren de mentira", disparó. <

publicado en Tiempo Argentino:

http://tiempo.infonews.com/notas/tras-millonario-legado-taquilla



ASESINATO EN EL COUNTRY DE SAN VICENTE: OPRESIÓN REAL VS.OPRESIÓN IMAGINARIA


Crimen de San Vicente: cuando la realidad supera a la ficción

Por María Victoria Dentice

Hay momentos en los que la literatura se codea con la vida. Suelen ser momentos inolvidables, espeluznantes también, como la muerte que también se define por estos atributos. Un niño ahogado en el jacuzzi del barrio privado de San Vicente por una fría mano ejecutora, parece asunto de literatura macabra. Quién puede ser capaz de estrangular a un niño sin que le tiemble el pulso, pensamos y esa sola pregunta nos hiela la sangre. Decimos en voz alta, no podría ser posible, pero se vuelve posible a veces y una nueva respuesta, tan escalofriante como el hecho en sì mismo, asoma: una madre podría ser capaz. Y tiene lógica, la madre, ese ser capaz de dar vida tiene también, casi por derecho natural, la potestad de dar muerte.
Los detalles que echan luz a la escena del crimen nos hablan un poco de esta mujer: un frasco de pastillas antidepresivas vacío tirado a un costado, sus propios brazos cortados con una sevillana manchada de sangre, un mensaje escrito en aerosol de colores dirigido a su ex marido con el signo inconfundible de la venganza (“Traidor, te lo mereces”). Hay antecedentes en la literatura de un horror semejante, en el libro de la escritora austríaca ganadora del premio nobel, Elfriede Jelinek, Deseo, en el que se cuenta la tragedia de una mujer de clase alta que, presa de la infelicidad de su matrimonio, termina ahogando a su propio hijo como venganza por la indiferencia de su marido a ella como ser humano, como persona, haciéndole pagar el arbitrario costo de su infelicidad para así alcanzar por fin una libertad que sabe, de suyo, inalcanzable. Dice Jelinek:

La madre lleva en brazos al niño; después, cuando se cansa, lo arrastra tras ella. Bajo el delicado vestido de la Luna. Ahora la mujer está junto al arroyo y, contenta, un instante después hunde al niño en él. Un hermoso silencio hace señas, y también los deportistas se hacen señas en cualquier ocasión, si es que hay público para verlas. Ahora, en contra de lo esperado, las cosas han salido de tal modo que precisamente el más joven de la familia será el primero en ver el estúpido rostro de la eternidad, detrás de todo el dinero que, para comprar, corre libremente por la Tierra cuando no lo lleva a alguien de la mano(…).
El agua ha acogido al niño y se lo lleva, mucho tiempo después quedará mucho de él, con este frío. La madre vive, y su tiempo, en cuyas cadenas se envuelve, ha culminado. Las mujeres envejecen pronto, y su error es que no saben dónde esconder todo el tiempo que hay detrás de ellas para que nadie lo vea. ¿deben tragárselo, como los cordones umbilicales de sus hijos? (…)

N
o alcanza la locura como justificativo del horror, es como decir que cualquier semejanza con la realidad no es pura coincidencia. En última instancia, no es muy distinta la opresión literaria de la real. Como un mounstruo, esos que son posibles en los libros de cuentos, una mujer que vivía en un country, optó por tragarse, para apaciguar su angustia, la opresión, no sólo el cordón umbilical de su hijo, sino un frasco lleno de antidepresivos y a su hijo entero.





domingo, 5 de febrero de 2012

Una Lisbeth más humana: entre verduga y redentora



Por María Victoria Dentice

mvdentice@tiempoargentino.com.ar


La principal novedad que acerca a los fanáticos de Stieg Larsson el refrito de la película Millenium, es una Lisbeth más humana.

No es que Noomi Rapace no hubiera hecho un trabajo extraordinario en la versión sueca, sino que todos los silencios que le sobraban, la actriz Rooney Mara los insufla de una personalidad desbordante que redefine al ya mítico personaje y lo acerca más al público femenino.

La chica del dragón tatuado sigue siendo la misma historia del libro que los fans ya saben de memoria, entonces como puede ser que parezca otra película? El mérito del director David Fincher es la piel que consiguió crear entre el ex 007, Daniel Craig, aqui periodista venido a menos Michael Bloomkist y la hacker introvertida Lisbeth Salander. Como ya había pasado en la versión original el centro de la película es el vinculo que se crea entre estos dos que en la película original parece más de ternura que de amor (Lisbeth es un tanto autista y Bloomvkist parece conmovido por esa falta de comunicación hacia el mundo, se entienden desde el dolor), pero en la remake es el sexo antes que otra cosa lo que los une. Lisbeth es inyectada por una gran carga sexual y ni pierde oportunidad de coquetear con otras chicas ni se priva de llevar a la cama a Blomvkist.

Lo que me gustaría rescatar de esta remake es que completa más la historia del film sueco, que ya de por si era una excelente película y los acontecimientos se desarrollan de manera pausada, armónica, no hay desenlaces forzados y si bien por momentos puede parecer lenta es porque el director se tomó el trabajo de que cada pieza encaje y cada personaje (principales como secundarios) tengan una razón de ser en cada minuto de la historia. Nada falta ni nada sobra.

Aún asi, vuelvo a decirlo, el alma de la película es Lisbeth Salander. En ese sentido lo que Lisbeth representa va mucho más alla de una película o de un libro y es un legado en el que el hombre ya no puede resolver todo solo (ella es la que guía a Blomkvist como si fuera sus ojos, a través de las pistas que lo llevan a dar con el asesino, es la que lo salva constantemente de los otros y de si mismo). Pero también es la que no duda en castigar a los hombres que maltratan a las mujeres de las formas más sádicas. Es un personaje dual y por eso mismo tan fascinante: la mujer en su doble papel de verduga y redentora del hombre.